lunes, 7 de diciembre de 2009

LA VOZ A TI DEBIDA.


No quiero que te vayas,

dolor, última forma de amar.

Me estoy sintiendo

vivir cuando me dueles
no en ti,

ni aquí, más lejos:

en la tierra, en el año

de donde vienes tú,

en el amor con ella

y todo lo que fue.

En esa realidad

hundida que se niega

a sí misma y se empeña

en que nunca ha existido,

que sólo fue un pretexto

mío para vivir.

Si tú no me quedaras,

dolor, irrefutable,

yo me lo creería;

pero me quedas tú.

Tu verdad me asegura

que nada fue mentira.

Y mientras yo te sienta,

tú me serás, dolor,

la prueba de otra vida

en que no me dolías.

La gran prueba, que existe,

de que me quiso, sí,

de que aún la estoy queriendo.


PEDRO SALINAS.

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