martes, 29 de diciembre de 2009

Sierra de Córdoba.


El olvido no existe.

La belleza se añora sin cesar y se persigue:

memoria y profecía de sí misma.

La belleza es un sino, lo mismo que la muerte.


Teníamos once años,

y la palabra abril significaba

igual para los dos…


Puede el amante

dejar de amar, pero, ay, amará siempre

el tiempo en el que amó:

cuando, al amanecer,

cabía el mundo entero

dentro de una mirada;

cuando rompió a cantar

lo que no se sentía con fuerza de decir.


ANTONIO GALA

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