domingo, 27 de febrero de 2011

No me mueve mi Dios para quererte.


No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Anónimo.

lunes, 21 de febrero de 2011

Himno al amor. Hölderlin.

Alegres por el grato contemplar
caminamos sobre los verdes campos;
nuestro sacerdocio es la alegría,
nuestro templo la naturaleza;
que hoy ninguna mirada se enturbie,
que no haya preocupación en este mundo,
que gocen todos los seres del amor,
libres y alegres, como nosotros.

El amor trae a las jóvenes rosas
un amanecer de brisas sublimes,
enseña a saborear aires cálidos
en el aroma de las flores de mayo,
en torno a las estrellas de Orión
dirige a la tierra fiel;
y dócil a sus señales se deslizan
todas las corrientes hacia el ancho mar.

El amor enlaza las abruptas montañas
con los tranquilos valles,
alegra el sol ardiente
sobre el silencioso océano.
¡Mirad! Con la tierra se esposa
el gozo sagrado del cielo,
y bajo las sombras de la tempestad
tiembla extasiado el seno materno.

El amor discurre por los océanos,
se burla de la seca arena del desierto,
sangra junto a la bandera de la victoria
lanzando gritos de júbilo por la patria;
el amor destruye rocas
y crea paraísos:
sonriendo retorna la inocencia,
las primaveras florecen más divinas.

Poderosos gracias al amor
nos despojamos de las ataduras
y los ebrios espíritus se abandonan
a las estrellas, libres y grandiosos.
Con el juramento y el beso olvidamos
el cansino ritmo del tiempo
y el alma se vincula atrevida
a tu placer, infinitud.

martes, 8 de febrero de 2011

Corazón tan blanco.


A veces tengo la sensación de que nada de lo que sucede sucede,porque nada sucede sin interrupción,nada perdura ni persevera ni se recuerda incesantemente,y hasta la más monótona y rutinaria de las existencias se va anulando y se va negando a sí misma en su aparente repetición hasta que nada es nada ni nadie es nadie que fueran antes,y la débil rueda del mundo es empujada por desmemoriados que oye y ven y saben lo que no se dice ni tiene lugar ni es cognoscible ni comprobable.LO que se da es idéntico a lo que no se da,lo que descartamos o dejamos pasar es idéntico a los que tomamos y asimos,lo que experimentamos idéntico a lo que no probamos,y sin embargo nos va la vida y se nos va la vida en escoger y rechazar y seleccionar,en trazar una línea que separe esas cosas que son idénticas y haga de nuestra historia una historia única que recordemos y pueda contarse.Volcamos toda nuestra inteligencia y nuestros sentidos y nuestro afám en la tarea en discernir lo que será nivelado,o ya lo está,y por eso estamos llens de arrepentimientos y de ocasiones perdidas,de confirmaciones y reafirmaciones y ocasiones aprovechadas,cuando lo cierto es que nada se afirma y todo se va perdiendo.

Javier Marías.