lunes, 31 de mayo de 2010

SONETO 44



Si la pesada sustancia de mi carne fuera pensamiento,

La injuriosa distancia no me detendría;

Porque entonces, a pesar del espacio, sería transportado

Desde lugares remotos hasta donde te encuentres.


No importaría entonces que mi pie pisara,

Alejado de ti, los más recónditos lugares del planeta;

Porque el ágil pensamiento bien puede saltar por sobre mar y tierra

Con sólo pensar en el lugar que desearía estar.


Pero oh, mis pensamientos me atormentan al no ser yo un pensamiento,

Para poder recorrer largas millas cuando te hayas marchado

Y estemos separados por tanta agua y tierra,

Debo de esperar pacientemente a que el tiempo nos reúna.


Dependiendo de tan lentos elementos y adversas circunstancias

Y derramando pesadas lágrimas, emblemas de la tristeza que me embarga”.


Shakespeare.

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